¿Vale la pena apostar por un ERP Vertical?
Frente a los ERP generalistas u horizontales las soluciones verticales de gestión empresarial se han hecho un gran hueco en el mercado, ya que se han desarrollado específicamente para responder a las necesidades concretas y únicas de una industria o un sector muy determinado de actividad.
Por ello, una de las grandes decisiones en el momento de decidir por implantar un software de gestión, es si apostamos por un ERP generalista o bien por uno que esté especializado en el sector en el que está inscrita nuestra empresa.
Sin entrar en mucha profundidad, debemos evaluar detenidamente algunas de las características y beneficios que nos proporcionan este tipo de soluciones.
Una de las ventajas principales es que estos ERP son desarrollados por expertos en un sector en particular. De esta forma estamos seguros que ofrecen una comprensión profunda de las prácticas empresariales características del sector, así como de las regulaciones y casuísticas que le afectan.
Por lo tanto, todas las funcionalidades que nos ofrece una solución vertical responden de forma personalizada a la realidad de nuestra actividad, incluyendo prestaciones y funcionalidades que pueden llegar a ser únicas y específicas.
De igual manera, pueden ser soluciones que por su propia concepción y diseño mejoren notablemente la eficiencia de nuestros procesos productivos y de gestión, aumentando con ello la productividad.
Al ser aplicaciones muy de nicho, la casi totalidad de oferta que tenemos en el mercado incorporar la facilidad de integrarse con otras herramientas y soluciones empresariales que podamos necesitar para redondear la gestión integral de nuestra empresa.
Por contra, las soluciones verticales generalmente pueden resultar más costosas que los ERP horizontales, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.
Por otro lado, al responder a necesidades muy específicas de una industria en particular, pueden no contemplar aspectos de flexibilidad y de parametrización que podríamos necesitar en un momento determinado.
También puede ser que por su propia especificidad, dependiendo del ERP vertical elegido puede precisar de especialistas para operar con la solución y puede ser costoso tanto su instalación, como su mantenimiento y actualización.
Y por último, si la adquisición del nuevo ERP es por reposición, puede ser mucho más difícil y costoso el planificar tanto la migración de datos como la implantación de la propia solución.
Para ayudar a una correcta toma de decisión, la recomendación es contar con un socio o proveedor tecnológico que nos ayude a valorar las diferentes ofertas existentes en el mercado, así como evaluar la conveniencia entre un ERP horizontal u otro vertical, en cuanto a costes, funcionalidades, parametrización, migración, instalación, mantenimiento y formación necesaria para su exitosa puesta en marcha.